Auvernia-Ródano-Alpes, una nueva región en el este de Francia

Auvernia-Ródano-Alpes es una de las 13 regiones de Francia metropolitana. Localizada en el este del país, comparte sus fronteras con Suiza e Italia. Al recorrerla en coche o en tren, es difícil darle una identidad común, ya que sus paisajes son muy variados. La región está dividida entre las altas montañas de los Alpes al este, las colinas y volcanes extinguidos del Macizo Central al oeste, y atravesada de norte a sur por el largo valle del Ródano.

La capital de esta región es la ciudad de Lyon, con su antigua y prestigiosa historia, pero también contiene muchas otras ciudades con reputación histórica y cultural para toda Francia.

La propia existencia de Auvernia-Ródano-Alpes, región creada en 2015, es controvertida, ya que unió dos regiones con fuertes identidades culturales y geográficas: Auvernia, en el oeste, y Ródano-Alpes en el este. Al ser una región joven y diversa, aún no ha encontrado una identidad común.

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Una región con una historia antigua y diversa

La historia de Auvernia y Ródano-Alpes se remonta a la antigüedad. La región de Auvernia era el centro político de los pueblos galos que habitaban Europa occidental, y la ciudad de Lyon, establecida en el corazón del valle del Ródano, era una ciudad de gran importancia para el Imperio Romano. Por lo tanto, estas dos regiones albergan un patrimonio arqueológico y cultural muy diverso y rico.

Como región fronteriza con Suiza e Italia, la parte oriental de Auvernia-Ródano-Alpes ha sido siempre centro de intercambios culturales y comerciales, que han influido mucho en su cultura, arquitectura y artesanía. Por ejemplo, el trabajo de los Canuts, los famosos tejedores de seda que marcaron la historia de Lyon, no habría sido posible sin la llegada de estos preciosos tejidos desde Italia. Ciudades fronterizas, como Annecy, son famosas por su prosperidad y por sus eventos culturales internacionales.

Con 7.948.287 habitantes en 2017, es la segunda región más poblada de Francia (solo por detrás de la región capitalina de Île-de-Francia), pero estas poblaciones se distribuyen de forma desigual, siendo el Valle del Ródano el que concentra la mayor densidad de población, con las ciudades de Lyon, Saint-Étienne, Grenoble y Valence. La región de Auvernia es mucho más rural, pero sigue teniendo como capital la gran ciudad de Clermont-Ferrand, que atrae a un gran número de artistas, trabajadores y estudiantes.

Como en toda Francia, la diversidad lingüística se ha perdido en gran medida en Auvernia-Ródano-Alpes, debido a la imposición de la lengua francesa en las escuelas. Los dialectos regionales están desapareciendo, pero tres de ellos siguen siendo identificables: el occitano, el arpitán y el bourbonés. Sin embargo, la región sólo reconoce el occitano y el arpitán.

Más allá de esta antigua identidad cultural, las nuevas aportaciones culturales provienen de los nuevos habitantes de la región, atraídos por el dinamismo de su economía y procedentes de otros países de la Unión Europea y del extranjero.

Una unidad aún por encontrar

El nombre "Auvergne-Rhône-Alpes" atestigua la dificultad de sus habitantes para formar una historia común. De hecho, es sólo la fusión de los nombres de las dos regiones que se unieron para crearla. De hecho, era difícil encontrar un nombre que no eclipsara la historia antigua y las especificidades de estas dos regiones. También existía el temor real de que la antigua región de Auvernia fuera eclipsada por la más próspera y poblada Rhône-Alpes.

A pesar de esta búsqueda de identidad que sigue en marcha, Auvernia-Ródano-Alpes sigue siendo una región muy apreciada por el resto de Francia. En efecto, las ciudades balnearias de Auvernia y las estaciones de esquí de los Alpes, con sus diversos lugares históricos y culturales, atraen cada año a innumerables turistas. Y para muchos franceses, atravesar el Valle del Ródano forma parte de la "ruta de vacaciones" desde la capital hasta la costa mediterránea.

Queda por ver si Auvernia-Ródano-Alpes conseguirá encontrar una identidad en la que todos sus habitantes puedan encontrarse, como ya ha ocurrido con otras nuevas regiones de Francia.

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